Una tragedia ha sacudido las entrañas de una prisión de alta seguridad en Palmira, Colombia, donde una mujer de 27 años, identificada como Gisella Pérez Gaspar, perdió la vida a manos de su pareja durante una visita conyugal.
El suceso ha despertado indignación y preocupación en la sociedad colombiana, resaltando la gravedad de la violencia de género en el país.
Gisella Pérez Gaspar fue asfixiada hasta la muerte por Cristian Alexis Rivas Sánchez, de 26 años, quien cumple condena por homicidio, tráfico de armas y conspiración para delinquir.
Los hechos ocurrieron apenas tres horas después de que Pérez Gaspar ingresara a la prisión, cuando las autoridades fueron alertadas de una situación de agresión física en el recinto carcelario.
A pesar de los esfuerzos médicos por salvarla, Gisella Pérez Gaspar falleció debido a la gravedad de las heridas en su cabeza, dejando atrás a una hija de tres años cuya paternidad aún no ha sido confirmada respecto al sospechoso.
Este trágico incidente revela la violencia extrema que persiste incluso en espacios de máxima seguridad, poniendo en evidencia la vulnerabilidad de las mujeres frente a la violencia de género.
Lo que agrava aún más esta lamentable situación es el contexto previo de mensajes desgarradores compartidos por Gisella Pérez Gaspar en redes sociales, donde expresaba su compromiso inquebrantable con su pareja a pesar de su encarcelamiento.
Sus palabras, ahora teñidas de tragedia, reflejan la complejidad de las relaciones afectadas por la violencia y el difícil camino hacia la justicia y la equidad de género en Colombia.
Desde la Personería se ha condenado enérgicamente este feminicidio ocurrido dentro de las instalaciones penitenciarias, exigiendo una investigación exhaustiva por parte de las autoridades para esclarecer los hechos y garantizar que se haga justicia.
Este caso, que se suma a una serie de feminicidios en la región, subraya la urgente necesidad de políticas y acciones preventivas destinadas a abordar la violencia contra las mujeres en todas sus formas.
Los informes recientes muestran un preocupante aumento de los casos de feminicidio en Colombia, lo que evidencia la magnitud del problema y la necesidad de una respuesta integral por parte del Estado y la sociedad.
Ante esta realidad, es imperativo redoblar los esfuerzos para proteger los derechos y la seguridad de las mujeres, construyendo un país donde la violencia de género no tenga cabida y donde todas puedan vivir libres de miedo y opresión.
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