Recibe una condena de 50 años tras asesinar a una mujer embarazada y robarle su bebé

La criatura murió poco después y el cuerpo de la mamá, Marlen Ochoa López, fue encontrado descuartizado en un contenedor de basura. “La justicia de Dios te será servida el día de tu muerte”, le dijo el marido de la víctima a la asesina.



En un caso que ha dejado a la ciudad de Chicago conmocionada, Clarisa Figueroa, de 51 años, ha sido sentenciada a pasar medio siglo tras las rejas después de admitir su culpabilidad en un crimen atroz.

Figueroa ha sido declarada culpable del asesinato de Marlen Ochoa López, una joven embarazada de 19 años, cuya desaparición sacudió a la comunidad hace casi cinco años.

El crimen tuvo lugar el 23 de abril de 2019, cuando Figueroa, en complicidad con su hija Desiree, estrangularon a la joven Marlen, quien estaba en su noveno mes de embarazo.

Luego, procedieron a abrirle el abdomen para extraer al bebé.

Según la Fiscalía, el bebé, Yovanny Jadiel López, falleció siete semanas después debido a graves daños cerebrales causados durante el ataque, siendo su muerte certificada como homicidio por el médico forense.

Durante el juicio, Figueroa admitió su participación en el asesinato y fue sentenciada a 50 años de prisión sin posibilidad de libertad condicional.

La jueza Peggy Chiampas expresó su esperanza de que la condenada reflexione diariamente sobre el profundo daño infligido a la familia de las víctimas.

Madre e hija atrajeron a Marlen a su hogar bajo falsas promesas de donaciones de ropa y artículos para bebés.

Una vez dentro, llevaron a cabo el ataque brutal.

El cuerpo de la joven fue descubierto en un contenedor de basura casi tres semanas después del crimen, arrojando luz sobre la oscuridad de este acto inhumano.

Durante el transcurso del juicio, Yovanny Jadiel López, pareja de Marlen Ochoa López y padre del bebé, compartió un testimonio desgarrador que ilustra el profundo impacto de la tragedia en su vida y en la de su hijo mayor, Josué.

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"Perdió a su mamá para siempre", expresó López, describiendo el dolor y la pérdida irreparable que él y su hijo han experimentado tras la pérdida de Marlen.

Sus palabras, cargadas de angustia y pesar, resonaron en la sala del tribunal, recordando a todos los presentes la magnitud del sufrimiento causado por este acto de violencia sin sentido.

El testimonio de López sirve como un recordatorio conmovedor de las vidas destrozadas por esta tragedia, y subraya la importancia de buscar justicia en nombre de Marlen y su hijo.



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