La farmacéutica AstraZeneca ha confirmado que su vacuna contra el COVID-19 puede provocar trombosis como un efecto secundario poco común.
Tras esta confirmación, la empresa ha anunciado que dejará de comercializarla en la Unión Europea.
Un grupo de pacientes en Reino Unido que experimentaron este efecto secundario demandó a AstraZeneca por no alertar sobre los posibles daños a la salud y vender la vacuna como una solución definitiva a la pandemia.
Los demandantes alegan que la vacuna les provocó parálisis, daños irreversibles e incluso la muerte.
El lunes 6 de mayo, la Comisión Europea anunció que retiraría del mercado la vacuna de AstraZeneca.
Sin embargo, la suspensión de la venta no está relacionada con el supuesto efecto secundario, sino al exceso de oferta de vacunas contra el COVID-19.
A pesar de la polémica, AstraZeneca ha negado que el efecto secundario sea algo grave, ya que los casos presentados representan un porcentaje muy bajo de la población mundial que ha recibido la vacuna.
En un comunicado, la empresa ha descrito que ha fortalecido y desarrollado sus vacunas para las variantes del virus, lo que ha generado un excedente de fármacos disponibles.
a decisión de AstraZeneca de dejar de comercializar su vacuna en la Unión Europea abre un debate sobre el futuro de este fármaco en otras regiones del mundo.
Solo el tiempo dirá qué impacto tendrá esta decisión a largo plazo.
En este contexto, es importante recordar que:.
Es crucial mantener la calma y basarse en información confiable para tomar decisiones informadas sobre la salud personal y la de la comunidad.
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