En un giro inesperado y con un toque humorístico, los usuarios de redes sociales en México han creado su propia versión del famoso Índice Big Mac: el Índice Gansito.
Este peculiar índice compara el precio del popular pastelito Gansito a lo largo de los años y su relación con el salario mínimo, generando discusiones acaloradas y una oleada de memes en línea.
El Gansito, un clásico postre mexicano, ha sido objeto de análisis económicos casuales en las redes sociales, donde los usuarios han notado un aumento significativo en su precio en los últimos años.
Mientras que en el pasado era posible adquirir este dulce manjar por menos de 10 pesos mexicanos, hoy en día, el precio ha subido considerablemente, llegando a alcanzar hasta los 23 pesos en algunas tiendasEl surgimiento de este peculiar índice se debe a la comparación entre el precio del Gansito y el salario mínimo en distintos momentos temporales.
Por ejemplo, según los cálculos de un usuario de la red social X, en 2019, cuando el precio del Gansito rondaba los 11 pesos mexicanos, con el salario mínimo se podían adquirir hasta 280 unidades del pastelito.
Sin embargo, en, con un precio de 23 pesos por Gansito y un salario mínimo de 6,223 pesos al mes, solo se podrían comprar .
Esta comparativa ha desatado una avalancha de reacciones en las redes sociales, desde la incredulidad hasta el humor sarcástico.
Algunos usuarios lamentan el aumento del precio del Gansito y lo consideran un lujo, mientras que otros cuestionan la validez de usar un pastelito como indicador económico.
Las respuestas van desde la indignación hasta la burla, con comentarios que van desde la crítica a la aparente simplicidad del análisis hasta la defensa apasionada del Gansito como un elemento básico de la dieta mexicana.
Incluso se han generado discusiones sobre la precisión del precio del Gansito, señalando que el costo varía según el lugar de compra, siendo más barato en tiendas y supermercados que en tiendas de conveniencia.
Independientemente de la precisión de los datos, lo cierto es que el ha ocupado un lugar destacado en las conversaciones en línea, reafirmando su estatus como uno de los postres más queridos y reconocibles de México.
En última instancia, esta peculiar comparación entre pastelitos, inflación y salarios mínimos ha demostrado una vez más el ingenio y la creatividad del pueblo mexicano en las redes sociales.
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